¿Nunca, queridos lectores, habéis hecho algo de lo que os arrepintáis profundamente? Quiero decir, hay gente que se casa, luego tienen hijos, luego se fugan con los amantes y eso. No sé, ésas son cosas que si no salen bien, al final uno se acaba arrepintiendo. Bien, pues a lo que iba, a mi me pasó algo parecido ayer a la noche.
Me desperté lleno de vitalidad, había dormido unas cuantas horas más de lo que es normal en mí, ya que al no tener nada que hacer el viernes me fui más o menos pronto a la cama. Al paso de las horas, me iba amuermando más y más, y ya estando frente a las puertas de la noche, no sabía qué hacer. Las opciones más claras que tenía eran las que ahora paso a enumerar:
a)Ir a los conciertos que comentaba aquí mismo en la anterior entrada. En fin, no era un sitio que me guste demasiado, pero bueno...
b)Quedarme en casa a ver una película. Ahora que han sacado en DVD la de 300 tengo ganas de volverla a ver. No era una idea demasiado atractiva, ya que eso lo puedo hacer cualquier otro día.
c)Ir a las fiestas de Abaroa-San Miguel. Un barrio de Basauri. Pros: ir con mi novia. Contras: tener que viajar hasta el culo del mundo o por ahí.
Y bueno, qué os voy a contar, tiran más dos tetas que dos carretas... Y total, que sin saber cómo, ahí estaba, con dos amigas en el tren rumbo a Basauri. Ya desde el tren el paisaje no era demasiado alentador, íbamos entre árboles, y parecía que poco a poco la espesura se nos tragaría. Pero llegamos a buen puerto, y allí nos encontramos con las demás.
Caminamos por una calle totalmente desierta, al más puro estilo Vanilla Sky, y llegamos finalmente a la plaza del pueblo. Allí se había dado cita, según parecía, toda la villa, y nos miraban malamente mientras yo bebía cerveza tirado en el suelo, esperando que pasara ALGO. Y ALGO me escuchó, y sin venir a cuento, y precedido por una luz cegadora... PAM! toma fuegos artificiales que reventaban sobre nuestras cabezas. Aquello parecía el bombardeo de Gernika. Menos mal que el presupuesto no sería demasiado alto, y en poco tiempo la paz volvió a reinar. Hasta que unos músicos se hicieron los dueños de la carpa que coronaba el centro de la plaza, y dentro se reunió toda la chavalería para bailar alegremente "paquito el chocolatero". Fuentes fidedignas me aseguraron después que hubo unas 20 personas en la carpa.
En fin, pues eso. Me pegué un paseo tremendo para acabar aburrido en un parque de un pueblo en tomar por culo de mi casa. Además, a mi novia le sentó mal el kalimotxo. Lo único bueno fue la vuelta a casa. Y menos mal que el padre de una amiga fue tan amable para acercarme...
Espero que alguien lo pasara bien allí, pero desde luego no fue mi caso. Ya sé a qué fiestas no iré el año siguiente.
Sin nada más que añadir, cambio y corto. Firmado: el equipo médico habitual.
PD: y para más guasa, aunque sólo me bebí 4 cervezas, he amanecido con resaca. Con eso Dios me dice: "efectivamente chacho, no deberías de haber ido..."
Me desperté lleno de vitalidad, había dormido unas cuantas horas más de lo que es normal en mí, ya que al no tener nada que hacer el viernes me fui más o menos pronto a la cama. Al paso de las horas, me iba amuermando más y más, y ya estando frente a las puertas de la noche, no sabía qué hacer. Las opciones más claras que tenía eran las que ahora paso a enumerar:
a)Ir a los conciertos que comentaba aquí mismo en la anterior entrada. En fin, no era un sitio que me guste demasiado, pero bueno...
b)Quedarme en casa a ver una película. Ahora que han sacado en DVD la de 300 tengo ganas de volverla a ver. No era una idea demasiado atractiva, ya que eso lo puedo hacer cualquier otro día.
c)Ir a las fiestas de Abaroa-San Miguel. Un barrio de Basauri. Pros: ir con mi novia. Contras: tener que viajar hasta el culo del mundo o por ahí.
Y bueno, qué os voy a contar, tiran más dos tetas que dos carretas... Y total, que sin saber cómo, ahí estaba, con dos amigas en el tren rumbo a Basauri. Ya desde el tren el paisaje no era demasiado alentador, íbamos entre árboles, y parecía que poco a poco la espesura se nos tragaría. Pero llegamos a buen puerto, y allí nos encontramos con las demás.
Caminamos por una calle totalmente desierta, al más puro estilo Vanilla Sky, y llegamos finalmente a la plaza del pueblo. Allí se había dado cita, según parecía, toda la villa, y nos miraban malamente mientras yo bebía cerveza tirado en el suelo, esperando que pasara ALGO. Y ALGO me escuchó, y sin venir a cuento, y precedido por una luz cegadora... PAM! toma fuegos artificiales que reventaban sobre nuestras cabezas. Aquello parecía el bombardeo de Gernika. Menos mal que el presupuesto no sería demasiado alto, y en poco tiempo la paz volvió a reinar. Hasta que unos músicos se hicieron los dueños de la carpa que coronaba el centro de la plaza, y dentro se reunió toda la chavalería para bailar alegremente "paquito el chocolatero". Fuentes fidedignas me aseguraron después que hubo unas 20 personas en la carpa.
En fin, pues eso. Me pegué un paseo tremendo para acabar aburrido en un parque de un pueblo en tomar por culo de mi casa. Además, a mi novia le sentó mal el kalimotxo. Lo único bueno fue la vuelta a casa. Y menos mal que el padre de una amiga fue tan amable para acercarme...
Espero que alguien lo pasara bien allí, pero desde luego no fue mi caso. Ya sé a qué fiestas no iré el año siguiente.
Sin nada más que añadir, cambio y corto. Firmado: el equipo médico habitual.
PD: y para más guasa, aunque sólo me bebí 4 cervezas, he amanecido con resaca. Con eso Dios me dice: "efectivamente chacho, no deberías de haber ido..."
